
La primera es la duda de paternidad de Kevin Federrline, quien ha pedido realizar pruebas de ADN Jayden James (el segundo hijo de Spears) para determinar si él es padre de este bebé de tan sólo 3 meses. Según The National Enquirer, Federline sospechó que Britney le engañaba desde hace tiempo puesto que nada más pedir el divorcio fue vista con otro hombre, con el cual sospecha tuvo este niño. Lo que tienen que aguantar algunos desde que nacen, pobre Jayden.
La segunda es que Britney acudió hace poco a un salón de tatuajes junto a su hermana pequeña, donde al parecer se hizo uno nuevo entre el pulgar y el índice de la mano derecha. El motivo que se le ha atribuido es el de desviar la atención de otro que se hizo con Kevin hace dos años (dos dados que representaban su unión eterna). Pero hay algo muy curioso, la coincidencia de que este hecho ya se diera hace días con Lindsay Lohan. ¿El verdadero motivo de tatuarse será en realidad que han acordado todas llevar un símbolo común para distinguir a quienes pertenecen a La Secta de las peroxidadas?
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