31 de agosto de 2006

Ñam Ñam

Chicles masticados, un mechón de pelo... lo que sea. Ya vale todo a la hora de subastar posesiones de famosos en Internet. La pobre Britney ya crea negocio allá donde vaya. Y es que, gracias a su basura, quinientos mil empleados de cafeterías podrían comer durante un año. Como hará el camarero de una cafetería de una entrega de premios, donde Britney y Kevin Federline acababan de comer. Un sándwich de huevo y lechuga y un Corndog (salchicha envuelta en pasta de maíz y ensartada en un palo) tuvieron la culpa. Al parecer, el chico esperó a que la pareja hubiera acabado de comer para fotografiar los restos y plastificarlos al vacío, para después comenzar una puja por Internet. Dicha subasta comenzó con un precio de salida de 10 dólares y ya va por los 100. Ya se sabe que en E-Bay podemos comprobar lo loca que está la gente. Desde aquí sólo podemos desear una cosa al futuro comprador: que aproveche.

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